Y como no solo de Heavy metal clásico power metal o hard rock melódico vive el hombre, he de decir que soy un entusiasta de los primeros años de gestación del género thrash y speed metal. Las bandas del bay area, todo el ataque desde tierras teutonas y por supuesto también desde la vieja Inglaterra como en el caso de esta banda. El cantante Martin Walkyier y el bajista Fraser Craske formaban en 1984 la banda Hydra que luego ce su escision tras reclutar al joven Andy Sneap (Hoy por hoy afamado productor y nuevo guitarra de Judas Priest) y rematar con el batería Simon Negus se convertiría en Sabbat.
Grupo para mi clave en la historia del thrash europeo de los 80, combinando su enérgica música con unos textos mayoritariamente centrados en la cultura pagana que tanto gustaba al pequeño y carismático Walkyier. Como no podía ser de otro modo, provenían de Nottinghamshire, y es que no me imagino otro sitio donde escribir todos aquellos textos de épocas medievales que en la localidad donde esta ubicado el famoso bosque de Sherwood donde transcurrían las aventuras del famoso Robin Hood.
Tras unas primeras demos, en especial “Fragments of a faith forgotten" (1986) que sería el germen de este disco y algunas conocidas sesiones para la BBC la banda comenzaría su corto pero intenso legado musical. Tras su álbum debut la banda empezó a girar por Europa siendo uno de sus momentos álgidos, la actuación dentro del Dynamo festival holandés en 1988 junto a Exodus o Candlemass entre otros.
Yo recuerdo que la primera vez que los escuché fue en un single flexi-disc que venía de regalo en una edición de la Metal Hammer alemana de la época junto a los hermanos Vendetta, y ya me quedé alucinado, sobretodo por la voz brutal de Walkyier. La banda editó al año siguiente “Dreamweaver" igual de bueno que su antecesor y que les trajo por nuestras tierras abriendo la segunda parte del “Kings of metal tour" de mis queridos Manowar. Todavía recuerdo al gran Martin Walkyier blandiendo su espada durante el temazo “Hosanna un Excelsis". Os recomiendo que os hagáis con la actuación que ofrecieron dentro del “Thrash east Berlin festival" en 1990 celebrando la caída del muro junto a Kreator, Tankard y Coroner, casi nada. La tenéis disponible en DVD. En 1991 la banda editaria el prescindible “Mourning has broken" pero ya sin Walkyier a la voz que formaría junto a músicos de la banda de culto Satan un prometedor combo mezcla de folk y thrash bajo el nombre de Skyclad que seguro os suenan a todos.
Tras la poca repercusión de su tercer disco, Sabbat optó por separarse, aunque en 2001 y 2006 hicieron sendos intentos de retorno con los miembros originales, pero que únicamente sirvió para ofrecer varios shows de manera testimonial para esa legión de fans devotos que se ganaron en sus inicios. Así que vamos directamente a sumergirnos en aquella historia de un tiempo que estaba por venir. “Intro/A cautionary tale": Tras la introducción de rigor, el primer tema ataca sin concesiones sumergiéndose en esa oleada de riffs velocísimos y cambios de ritmo representativos de este estilo. A parte de la potencia de la banda ya en un primer momento puedes alucinar con la tremenda voz de Walkyer gritando como un poseso con esa forma tan característica de remarcar los finales de las palabras. La letra es una recreación del cuento de Fausto y de como
vendió su alma al diablo a través de Mefistofeles, con Walkyier interpretando todos los papeles con gran vehemencia. El principio ya promete. “Hosanna in Excelsis": Para mí y muchos, el mejor tema de los britanicos de toda su carrera. Con un riff que te atraviesa como una guadaña y una base rítmica que te golpea sin concesiones nos sumergen en esa batalla final entre el cielo y el infierno extraída del libro del apocalipsis, con maese Walkyer como narrador de lujo. Una pieza soberbia en los anales de la historia del thrash metal. “Behind the crooked cross":
Uno de los temas más emblematicos de su repertorio. Musicalmente bajan un poco las revoluciones iniciadas en los dos temas de apertura pero siguen sin darnos tregua. Personalmente me encanta el riff principal cuando la canción empieza a tomar forma. En este caso la temática es totalmente diferente ya que inspirándose en el biógrafo de Hitler nos plantean las conexiones entre el despiadado dictador y el legendario Aleister Crowley. “Horned is the hunter": El tema más largo y quizás más complejo del disco, con esos constantes y demoledores cambios de ritmo. Originalmente el tema se llamaba “The 13th disciple" y pertenecía a la mítica sesión de la BBC del 87, pero le cambiaron la letra y se convirtió en esta referencia al paganismo que tanto obsesiona a Walkyer y a su destino tras la irrupción del cristianismo en Europa. “I for an eye”: Tras este juego de palabras nos brindan esta salvajada de tema, con unos riffs guillotinantes que te mantienen en tensión durante todo el minutaje.
En este caso la letra nos habla de la historia del Ángel caído “Lucifer" y es uno de los temas más rápidos de esta obra. “For those who died": Otra de mis debilidades, y es que esos riffs de Andy Sneap te perforan el cerebro y además aquí para mi esta uno de sus solos más logrados.
En este caso, bien podrían haber usado el tema como soundtrack de “El nombre de la rosa”, puesto que versa sobre la santa inquisición y la importancia que tuvo la iglesia católica en todos aquellos casos de supuesta herejía. Impagable escuchar a Walkyier vociferando aquello de “Burning, into the fire" Un clásico de su repertorio. “A dead man's robe”: Aquí nos encontramos con un tema instrumental sin mucho que aportar. Algo muy típico en casi todos los discos y en este caso correcta sin más y dando un respiro para el asalto final. “The church bizarre”: De un tema que comienza con un ¡Aleluya hermanos, recemos al señor!, creo que tenemos claro lo que podemos esperar. En este caso nos ofrecen su visión particular sobre el mundo de los predicadores, tomando como referencia a Billy Graham, uno de los que más resaltaron a finales de los 40.
El tema sigue la estela de todo el album y contiene uno de los mejores solos de Andy Sneap. Recuerdo que en directo Walkyer salía a escena ataviado con la típica túnica evangelizadora. Un remate brillante. Martin Walkyer: Voz Andy Sneap: Guitarra. Frazier Craske: Bajo. Simon Negus: Bateria. Roy M. Rowland: Productor. Grabado en los Horus Sound Studios de Hannover, Germany.
La producción es impecable como nos tenía habituados Rowland en discos de Kreator, Onslaught o Laaz Rockit. Un disco que no les llevó al éxito que tal vez tuvieron compañeros de filas del sello Noise records, pero que a mí entender es un clásico imprescindible del género.
9/10 Sergio Arroyo “The mountain king"