Hoy toca dedicarle unas palabras a una de mis auténticas debilidades, la que posiblemente y
con permiso de RUSH sea la banda canadiense de rock más grande de todos los tiempos:
TRIUMPH. Es curioso que en mi ABCD personal de bandas favoritas provenientes de la tierra de
la estrella solitaria, las más representativas sean power tríos, como es el caso aparte de las dos
ya mencionadas, de mis queridos ANVIL y EXCITER, curioso??? Pero centrémonos en tres
jóvenes que se convirtieron en leyenda y que cada uno es pieza fundamental de este
engranaje sónico.
En 1975 cuzarian sus caminos el bajista Mike Levine que además ejercería de co-productor en
la mayoría de albums, el batería Gil Moore quien se ocuparía también de la voz principal en los
temas más pesados y contundentes, muchos de ellos himnos imperecederas, y por último mi
ojito derecho, el sr, Rik Emmett en la guitarra y la voz de los temas más clásicos de la banda.
Debutaron con el disco homónimo en 1976, aunque muchos quizás lo conocisteis como “In the
beginning” en su reedición en 1995. Aunque el sonido en este pistoletazo inicial era mucho
más rockero recordándote a THE WHO o TEN YEARS AFTER, ya podías apreciar matices de lo
que sería su sonido sobretodo en la épica “The blinding light show".
Le seguiría al año siguiente “Rock & roll machine", que además sería el primero que lanzarían
ya con la potente RCA Records. El tema título les llevó a los primeros puestos en su país y junto
con la versión del “Rocky mountain way" del aguililla Joe Walsh y su potente directo ya
empezaron a perfilarse como una de las grandes bandas canadienses.
En 1979 llegaria el asentamiento total, con “Just a game" ya ponían las cartas boca arriba para
mostrarnos su calidad con toques progresivos, neo-clasicos y melodía a raudales sin apartarse
del hard rock más clásico. El primer single “Hold on" y más tarde la maravillosa “Lay it on the
line" llevarían al grupo a posicionarse entre los grandes. Fijaros que cada una de las canciones
contaba con diferentes voces principales, por eso comentaba que cada miembro era
importantísimo en la banda, aunque nunca he ocultado mi predilección por Mr. Emmett, que
además aquí empieza a incluir sus míticas piezas instrumentales con aires a veces clásicos, a
veces jazzisticas, a veces,…..
Con el cambio de año nos dejarían el monumental “Progressions of power", quizás el más
sólido y potente de su carrera. Es a partir de aquí donde la figura de Gil Moore cobra una
importancia vital en el futuro de la banda. No solo había creado los maravillosos estudios
METALWORKS que aunque en un principio fueron ideados para la grabacion de los discos de
TRIUMPH, acabaron convirtiéndose en la ocupación total de este señor, además de ser un
referente para infinidad de artistas de talla internacional. También fue el diseñador del
revolucionario sistema de luces y láser que sería otra seña inconfundible de la puesta en
escena del grupo.
Los cuatro años siguientes serían donde el grupo alcanzaría su máximo apogeo con los discos
“Allied forces", “Never surrender" y “Thunder seven". En ellos se encuentran los grandes
clásicos del trio: “Magic power", “Spellbound", “Fight the good fight", “Follow your heart,…
que culminarian en el imponente directo “Stages". Pero os recomiendo si no habéis tenido la
oportunidad de ver su actuación en el US Festival en California el 29 de mayo de 1983 donde
compartían ese día cartel con VAN HALEN, JUDAS PRIEST o SCORPIONS entre otros. Un
concierto memorable frente a 500.000 almas. El mítico video de los SCORPS del tema
“Dynamite" que tanto disfrutamos en la época, esta grabado en este macro festival.
En 1986 saldría el disco que hoy nos ocupa y un año más tarde el album que marcaría el fin de
ciclo:”Surveillance". Un muy bien disco aunque no llegaría a la excelencia del anterior. Tras
este disco Rik Emmett dejaría la banda, para empezar su carrera en solitario, donde podía dar
rienda suelta a sus inquietudes musicales.
La banda volvió a intentarlo en 1993 con un digno “Edge of excess", donde contaron con Phil X
en la guitarra y voces, un músico que había trabajado con el mítico Aldo Nova. Pero la verdad
es que la sombra del pequeño Emmett era demasiado alargada y no tuvieron la repercusión
esperada, optando por aparcar definitivamente cualquier actividad.
Solamente en 2008, tras reunirse el año anterior, debido a su entrada en el salón de la fama en
su Canada natal, la banda se juntó para ofrecer 2 conciertos en sendos festivales. El Sweden
rock festival y el Rocklahoma festival fueron el punto final a toda su carrera. Así que vamos a
recordarlos desgranando este gran álbum.
“Tears in the rain": Tras una breve intro de teclados da comienzo este temazo con todos los
elementos de buen hard rock tradicional. Guitarras potentes, la voz dura pero con su dosis de
melodía y unos teclados 100% ochenteros arropando el estribillo con esos coros celestiales.
Cada vez que escucho este tema me viene a la mente cuando los descubrí en el mítico pub
“Barna heavy" de la Ciudad Condal, cuando me quedo embobado mientras proyectaban el VHS
“A night of triumph" grabado en Halifax en la presentación de este disco y que arrancaba con
este tema. Que tiempos!!!
“Somebody's out there": Y aquí ya empiezan las palabras mayores. Un temazo melódico donde
la voz de Rik Emmett nos transporta al sonido más A.O.R. de la banda. Con unos coros que y un
estribillo que nos evocan los años 80 en todo su esplendor. Escuchar esos agudos infinitos del
gran Rik Emmett al final del corte es toda una delicia, y es que además de su increíble técnica
en la guitarra, como el solo que aquí se marca, siempre me ha fascinado el rango vocal de este
señor, con un dominio entre el falsete y el agudo heredero de tótems como Barry Gibb o Roger
Hodson en su versión más dura claro esta. Temazo!!!!
“What rules my heart": El áspero riff de guitarra inicial nos trae otro cañonazo con el bueno de
Gil Moore está vez en la parte vocal. Un tema más duro pero sin perder ese halo melódico que
envuelve toda la grabacion. Me encanta el puente antes de ese estribillo totalmente coreable
puño en alto. De nuevo el solo de Emmett es antologico.
“If only": Y aquí nos encontramos con lo que para mí es la joya del disco. Un corte lento que sin
ser una balada al uso te emociona como tal. Y es que el sr. Emmett tanto con su guitarra como
con la calidez de su voz construye uno de los temas más bonitos del grupo. Es una gozada
escuchar las acrobacias vocales que hace a lo largo y ancho de todo la canción, y por supuesto
con los coros del resto de la banda formando un colchón perfecto. Genialidad y belleza a la
altura de un “Empty rooms", “Dream on" o “Faithfully", usease palabras mayores. Os
recomiendo escucharla en la oscuridad y con auriculares.
“Hooked on you": Aquí nos encontramos con un tema más rockero, donde esta vez tanto
Moore como Emmett se reparten el trabajo en la voz principal. Aquí le toca el lucimiento al sr.
Levine en su bajo y nos muestra a unos TRIUMPH más cercanos a su epoca setentera. Quizas
sea uno de los cortes que más se aleja del sonido melódico americano que impregna todo este
trabajo.
“Take a stand": Con un riff entre siniestro y amenazante comienza este medio tiempo donde
de nuevo con la voz de Rik Emmett nos muestran su hard rock más clásico. Todo encaja como
un guante, base compacta, guitarras duras, estribillo pegadizo y coros perfectamente
ensamblados. TRIUMPH en estado puro.
“Just one night": Y nos encontramos con una de las sorpresas del disco. En este caso contaron
con Eric Martin y Neal Schon ayudándoles en la composición, y se nota de lejos. Un tema
cadencioso con un estribillo que incluso me recuerda a Phil Collins o a los propios Mr. Big más
comerciales. La voz de Gil Moore aquí nos muestra un cariz más aterciopelado y muy
acertadamente nos atrapa durante todo el tema.
“Embrujo": Breve pieza, apenas minuto y medio, donde Rik Emmett con su guitarra española
evoca en este caso aires flamencos donde se nota que Paco de Lucia o Narciso Yepes seguro
figuran en sus gustos personales. Únicamente apoyado por una suave base de teclados nos
deleita con este bello pasaje homenaje a nuestra tierra y folklore.
“Play with the fire": Y tras este breve interludio llega este trallazo al más puro estilo de los
Rainbow en la época de “Turner". Un tema rápido donde el grupo arropa la vertiginosa
guitarra del rubio canadiense que nos ofrece unas cabalgatas a través de su mástil que bien
podría haber firmado el malhumorado “Blackmore" o su alumno más aventajado, el dios sueco
“Yngwie". De nuevo Rik Emmett lo remata con una interpretación vocal asombrosa al mismo
nivel de la intensidad del tema. Lo más heavy del album.
“Don't love anybody else but me": Y después de la avalancha sónica anterior, volvemos a
encontrarnos con un tema comercial y con dosis incluso de pop-rock, entre otras razones
porque esta compuesto enteramente por “Ed Roynesdal" el teclista de “Joe Jackson". No
obstante la banda sabe llevarlo a su terreno y con ese estribillo pegadizo nos ofrece otro hit en
toda regla, de nuevo con Emmett a la voz principal, que en este álbum le gana a Gil Moore por
goleada.
“In the middle of the night": Y para cerrar con broche de oro, esta preciosidad donde nos
recuerdan a unos Bon Jovi de la época de sus dos primeros discos. Melodía y hard rock
moldeados en un tema que nos lleva a esa fantástica época ochentera, donde las voces
armoniosas no estaban reñidas con las guitarras potentes. Un final de lujo para una obra con
mayúsculas.
Rik Emmett: Voz principal y guitarras.
Gil Moore: Voz y batería.
Mike Levine: Bajo, teclado y coros.
Mike Clint: Productor.
Grabacion: Metalworks studios.
Discografica: MCA Records 1986
10/10
Me gustaría dedicar esta reseña a dos grandes amigos que seguro compartirán conmigo el
cariño incondicional a este disco. El señor “Manuel Campos” que es uno de los tipos que más
domina la escena A.O.R. en nuestro país y que deseo siga escribiendo tan bien como lo hace
por muchos años; y el señor “Luis Baños", fuente de sabiduría y maestro jedi de nuevas
generaciones hard rockeras a través del fantástico podcast del que forma parte. Va por
ustedes. Stay heavy!!!!
Sergio Arroyo “The mountain king"