De nuevo me tomo la libertad de hablaros de otra de mis debilidades personales, y es que
aludir al término “Heavy metal" y pasar por alto a los legendarios Armored Saint, me parece
tan ofensivo como la tortilla de patatas sin cebolla o el café con hielo. Nos remontamos al año
1982 cuando desde Los Angeles irrumpian en la escena metalera unos tipos comandados por
el incombustible cantante John Bush, a quien muchos asociareis a su época con Anthrax, que
a mí particularmente me gusta tanto o más que con Joey Belladona y que al igual que Tony
Martin con Black Sabbath o Jason Newsted en Metallica no han tenido el reconocimiento
merecido en las propias bandas que recurrieron a sus servicios. El joven John Bush enseguida
llamó la atención de todo el personal de la “bay area" debido a la potencia de su voz, e incluso
unos principiantes Metallica lo tentaron para ocupar el puesto de cantante en su emergente
banda, afortunadamente para la historia del metal, este declinó su oferta. Como compañeros
de viaje contó con los hermanos Sandoval, Phil en la guitarra y Gonzo a la batería. La base
rítmica la completaba Joey Vera al bajo, cuyo historial fuera de esta banda daría para otro
monografico: Fates Warning, Lizzy Borden, Mercyful Fate,… Y cerrando el combo otro señor al
que tampoco se le ha hecho justicia, un increíble guitarra llamado Dave Prichard.
Su carta de presentación fue el EP de auténtico coleccionismo bajo el nombre del grupo y que
en 1983 ya nos mostraba el buen hacer de la banda. Tres temas destacando el mítico “Lesson
Well learned” darian paso un año después al primer disco grande “March of the saint". Una
colección de cortes donde con ese metal clásico y sin fisuras te sacudan sin compasión. Heavy
sin concesiones, solos vertiginosos y un cantante con una garganta prodigiosa. Ya con la inicial
“March of the saint" entran a degüello, “Mad house”, “Mutiny on the world" o el single Can
U deliver" te llevan por una auténtica travesia al metal más afilado. Solo con esa maravillosa
portada presagiabas que en el interior se escondía un album de pura caña.
Al año siguiente y con Phil Sandoval fuera de la banda dejándolos como cuarteto editarian la
joya que luego pasaré a detallaros. En 1987 nos acribillan con el poderoso “Raising fear", otra
brutalidad de disco donde el trabajo en la guitarra de Prichard es magistral, quizás el destino
ya le mandaba señales de que sería su última aportación en estudio. Simplemente con que
escuchéis esa barbaridad sonora que es “Chemical euphoria" os servirá para comprender
porque me gusta tanto este grupo.
Fruto de la exitosa gira de este disco, en 1988 decidieron sacar el fenomenal álbum en vivo
“Saints will conquer" que os recomiendo encarecidamente para ver la potencia del grupo en
directo. Desgraciadamente cuando la banda estaba en su mejor momento le diagnosticaron
una leucemia de las más agresivas a Dave Prichard que tras dos años de ardua batalla con la
enfermedad, abandonaba este mundo un 28 de febrero de 1990, con apenas 26 años y un
legado musical en letras de oro para los que lo hemos sabido apreciar.
En 1991 con Phil Sandoval de nuevo en la banda y Jeff Duncan también a las guitarras, editan
el que quizás sea el disco más laureado del grupo, el fenomenal “Symbol of salvation". Cortes
como “Reign of fire" , “Tribal dance" o la balada “Last train home" los llevo a estar por fin en
la primera fila del heavy metal. Incluso los puedes ver en la película Hellraiser III tocando en
directo mi tema favorito del album “Hanging judge".
Con la entrada de John Bush en 1993 en Anthrax la banda se separa y no es hasta 1999 que
vuelven a reunirse para editar “Revelation". Intermitentemente se han ido separando y
volviendo a unirse dependiendo de los proyectos personales de cada miembro. El último
álbum en estudio fue “Punching the sky" en 2020 y al año siguiente un directo interpretando
el “Symbol of salvation" en su totalidad. Pero ninguno ha alcanzado la calidad de sus 4
primeros discos.
Pero ha llegado el momento de desmembrar esta pieza arquitectónica del metal tradicional:
Long before I die: Clasicazo de la banda. Riff potente con una base atronadora y un solo de los
que marcan época. Y capitaneando el barco la estratosférica voz de John Bush mostrando sus
clásicos gritos cavernícolas, marca registrada. No suele faltar en su setlist.
Nervous man: Medio tiempo que con ese principio atmosférico nos va adentrando en los
delirios del nómada protagonista del corte. La labor del guitarra en todo el tema es pura
fantasía y junto con la brillante interpretación vocal nos llevan al interior de la mente de ese
hombre nervioso.
Over the edge: Quizás el tema más hard rockero donde con una sutil elegancia nos muestran
el lamento de un preso en su celda. Un corte con una cadencia que te hace ponerte en la piel
del reo al borde del precipicio. En este caso destacó la labor de Gonzo aporreando sin piedad
los parches de su batería.
The laugh: Vuelven a subir un punto las revoluciones y con ese riff afiladisimo nos presentan
otro cañonazo de metal standard. La voz cortando como un cuchillo sobre esa guitarra
matadora. La base es súper compacta y es que el señor Joey Vera es uno de los bajistas más
talentosos dentro de este género. La letra sigue un poco todo el concepto del disco que aborda
el tema de la locura en diferentes contextos. Ese riff te atrapará.
Conqueror: Aquí ya toman la directa , con este corte rápido muy al estilo de unos Savatage en
la época del “Power of the night", y es que ese riff bien podría haberlo escrito el mismísimo
Criss Oliva, o puede que tuviera algo que ver que el productor del disco sea el mismo. Aquí no
dan tregua con un John Bush escupiendo versos sin concesiones. Y de nuevo un solo perfecto.
Heavy metal por los cuatro costados.
For the sake of heaviness: De nuevo nos sumergen en los desvaríos de la mente con esa
melodía exótica a lo largo de este potente corte. Musicalmente todos tienen su espacio y una
vez más el gran John Bush nos hace una exhibición de su amplia gama de registros.
Aftermath: Posiblemente mi tema favorito. Tras una semi introducción nos taladran con lo que
parece el riff principal de la canción para luego atenuar la marcha en forma de una preciosa
balada, con guitarra y voz en perfecta conjunción. Vuelven a subir la temperatura y nos
sumergen en una espiral a medio tiempo cautivadora. Una maravilla de canción.
In the hole: Y seguimos con la caña. Tema potente que en este caso me recuerdan a los Metal
Church de la época de Mike Howe, especialmente por ese cambio a mitad del tema muy al
estilo de “Badlands", y es que en esta joya encuentras de todo. Final épico donde los haya.
You're never alone: Siguen golpeandonos con otro corte potente donde de nuevo la sombra
de mis queridos Savatage planea a lo largo de todo el tema. Una guitarra brillante y un John
Bush con esas melodías donde se muestra tan cómodo. Un gran preámbulo para el cierre final.
Released: Y como suele ser habitual en casi toda su discografia, para acabar uno de los temas
más rápidos. Aquí no hay medias tintas, metal puro y duro con una exhibición brutal de Joey
Vera en el bajo, que comparte el solo con Dave Prichard, demostrando el porqué de su
dilatada carrera en grupos de primera fila. No se puede terminar mejor esta joya.
John Bush: Voz
Dave Prichard: Guitarra
Joey Vera: Bajo
Gonzo: Bateria
Max Norman: Productor
Chrysalis records: Discografia
9/10
Sergio Arroyo “The mountain king