Si la balanza de la justicia que tanto reivindicaban Metallica fuese pues es eso “justa",
este disco debería estar entre los 25 o 30 mejores del heavy metal clásico. Hablamos
de un album con mayúsculas de un grupo que nos dio a conocer a uno de los más
prodigiosos cantantes de este género, “the one and only" Michael Vescera.
Muchos descubririais a este prodigio con Loudness o posteriormente con Yngwie J.
Malmsteen, pero yo que tuve la suerte de poder disfrutarlo ya con esta su banda inicial
quede atrapado por su magnética voz desde el minuto 0.
Pero antes me gustaría comentar cómo descubrí esta maravilla. Mucho antes de que
Camela conquistasen los dominios de las K7's en gasolineras y mercadillos; camufladas
en aquellos expositores blancos entre las cintas de Arevalo, La Trinca, Pepe Da Rosa o
Bordon 4, nuestros héroes también tenían su pequeño espacio. Sobretodo recuerdo
varias cintas de Grandes Éxitos del sello Chapa Discos donde disfrutar de lo mejor de
Obus, Baron Rojo o Panzer. Pero el sello californiano Enigma Records también quiso
contribuir a la causa y bajo el título de “El poder del heavy" nos presentó una
recopilación de varios grupos de su sello, tales como Stryper, Mass (los americanos) y
la banda que nos atañe Obsession. Dos temas de este disco ya me hicieron ponerme
sobre su pista y además por el módico precio de 350 calas. Luego también
distribuyeron la cinta del grupo al mismo precio, una de mis mejores inversiones sin
duda alguna
Pero centrémonos en esta banda de New Haven, CT que comenzó su andadura en
1982 en plena emergencia de grupos de metal clásico en los States. Aparecieron como
no en alguna de las recopilaciones de Metal Massacre del sello Metal Blade, a Brian
Slagel deberían darle directamente 3 estrellas en el paseo de la fama o 3 estrellas
Michelin por haber sido uno de los artífices de darnos a conocer a tantas bandas
inmortales en sus inicios. Y tras un discreto pero ya potente EP debut “Marshall law"
(1983) que sirvió para calentar motores, estos muchachote desembarcaron con esta
magistral obra que pasó a describiros.
Scarred for life: Es el tema homonimo que abre el disco y que ya nos va poniendo en
materia de lo que nos espera. Tras una breve y atmosférica intro aparece ese riff
afilado y guillotinante que da forma a esta canción estandarte del grupo. Michael
Vescera ya nos enseña a lo largo de toda la canción su extenso y potente registro y
como no, ya nos va dejando caer sus increibles agudos en varios momentos. El duelo
de guitarras es increíble y a lo largo de todo el disco nos demuestran lo bien
compenetrados que están Art Maco y Bruce Vitale. Tema insignia que Vescera aún
sigue rescatando en su actual proyecto Death Keepers.
Winner take all: No esperéis encontrar nada parecido al mítico tema de Abba, en este
caso bajan un poco el pedal y se desmarcan este medio tiempo donde aparte de la
increíble labor de los dos hachas con un solo espectacular podemos apreciar el
característico vibrato de Vescera en su máximo esplendor. Este fue el primer tema que
yo escuché de ellos en la recopilación que antes os citaba
Losing my mind: Y ahora viene uno de lo momentos álgidos, uno de los mejores temas
de esta grabación. Clasico riff metalero y todos los clichés del heavy clásico se nos
presentan en esta maravilla sónica. De nuevo un solo tremendubulo y un Vescera que
nos descubre sus mejores armas a lo largo y ancho de la canción. La quisieron
potenciar con un prescindible clip de serie B típico del heavy ochentero, donde el
grupo después de la jornada laboral quiere, pues eso, liberar su mente del día a día y
disfrutar a tope. Impagable la imagen de Vescera soltando un agudaco enfrente del
jefe de la fábrica que creó que le explota hasta el puro que lleva en la boca.
Clasicazo!!!
In the end: Seguimos para bingo, otro tema ochentero cien por cien, con un inicio con
ese sonido de batería marcada tan característico en los grupos de la época. La banda
nos lleva a través de la estructura de toda la canción de vuelta a aquellos tiempos
gloriosos con un Vescera echando fuego por la garganta después del solo y hasta el
final valga la redundancia.
Bang’ em till they bleed: Llegamos al que posiblemente sea el tema más rápido de
todo el disco. De nuevo me gustaría hacer hincapié en el excelente trabajo que hacen
los guitarras en todo el disco y aquí lo podéis apreciar con un gran punteo y múltiples
piruetas adornando la labor de Vescera que culmina esta maravilla con un agudo
imposible. Imagino que el título será un homenaje a los de San Francisco y su debut
Kill' em all. Apabullante!
My Lai 31568/Take no prisioners: Aquí nos encontramos 2 temas ensamblados; el
primero, una suerte de intro con helicópteros incluidos donde solo falta Robert Duvall
pidiendo que le devuelvan su tabla de surf. Y el segundo, el tema en cuestión otro
medio tiempo que sin grandes alardes nos muestra a la banda dándolo todo y sin hacer
prisioneros obviamente. Esta era la otra joyita que venia en aquella bendita
recopilación.
Taking your chances: Y llegado este momento toca presentaros a la esmeralda dentro
de este tesoro histórico. Mi tema favorito. Con un riff clásico a más no poder y esa
batería enérgica que antes mencionaba da comienza una perla que te hiptoniza de
principio a fin. Con un Vescera que va narrando toda esta epopeya de buen gusto cual
cuentacuentos metalero y de nuevo unas guitarras espectaculares, esto es una oda al
metal más clásico, con tintineo de platillos incluido. La gallina de piel!!!
Run into the night: Otra tema de corte clásico con título más o menos recurrente en
no se, tal vez 3000 bandas más??? Pero no importa, ellos siguen empeñados en dejar
su huella y vaya si lo hicieron. Aunque quizás no sea lo mejor del album, me gustaría
resaltar lo que me recuerda Vescera en partes de la cancion al bueno de Vince Neil en
la época de Too fast for love o Shout at the devil. En especial en la primera frase y en
los into the night… Pero claro, eso es una percepción mía, porque desde luego no
podría haber dos cantantes diametralmente más opuestos que Michael Vescera y
Vince Neil.
Tomorrow hides no lies: Y como colofón como no podía faltar para cerrar con broche
de oro, una power ballad al estilo Obsession claro está. Temazo con una cadencia
melancólica pero no falto de su buena dosis de potencia. La banda nos lleva por unos
senderos de auténtico sentimiento y de nuevo con un Vescera que desde luego lo que
el mañana no podía esconder es que le esperaba una carrera llena de gloria.
Matt Karagus: Bajo
Jay Mezias: Bateria
Art Maco/Bruce Vitale: Guitarras
Michael Vescera: Voz y teclados adicionales
Brian Keane: Productor
Eddy Schreyer: Mezclas
Grabado en Audio West y publicado por Enigma Records (1986)
La banda publico un año después el también fenomenal Methods of madness y un par
de años después cerrarían el chiringuito. Vescera comenzaría su periplo por diferentes
bandas y volvió a sacar el nombre del grupo en varias reuniones con material editado
pero ya sin la formación original y huelga decir que sin llegar al grado de excelencia de
este clásico que merecía un mayor reconocimiento que el que tuvo.
Así que si aún no tenéis esta delicia gourmet en vuestra despensa, no perdáis más
tiempo y de seguro que al igual que yo quedaréis marcados de por vida.
STAY HEAVY!!!!
10/10
Sergio Arroyo “The mountain king"
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